lunes, 28 de enero de 2008

Marilyn

En 1954 Marilyn Monroe realizó su histórica y famosa actuación para las tropas norteamericanas en Corea. ¿Esto no va a terminar nunca?, se preguntaban muchos de esos soldados, a nueve años de finalizada la terrible contienda mundial. Marilyn con su mirada pícara que algunos achacaban a su miopía, durante unos días satura la mente de estos muchachos. Fue una gestión militar desconocida hasta entonces, consistente en la manipulación mental de los combatientes con un señuelo estético-sexual. Otra rubia, la chica Ole-ole en todo su esplendor, Marta Sánchez, hizo lo propio en la primera guerra del Golfo para las tropas españolas, allá en el año 91 para cantar su single más conocido, ‘Soldados del amor’.

¿Y a qué viene esto me pueden ustedes preguntar? Pues a que se ha muerto Antonio. Quizás cada vez lo entiendan menos. Recapitulemos. La guerra de Corea es el primer conflicto bélico del que yo acierto a acordarme. Con siete u ocho años, a mí me sonaba lo del paralelo 38, lo de Seúl y Pyonyang y hasta hubo una colección de cromos donde veíamos aviones, yís (jeeps), perdonen la primera ortografía, que así los nombrábamos y soldados reales con cascos en acción guerrera. Por las noches seguía el consejo de rezar un Avemaría “por la paz del Mundo”. Si no me dormía temprano, llegaba a oír el ‘parte’ de las diez, que así se llamaba el noticiero oficial y obligatorio de la radio y allí escuchaba lo del paralelo, los tanques y las tropas. Tal vez rezaba una segunda Avemaría.

Sin embargo, aparte del nombre, de la guerra de Ifni no supe nada, casi nada, hasta bastantes años después. Mi amigo Antonio, el que ha muerto hace unos días, fue soldado en esa llamada ‘guerra secreta’. Él me contó muchas cosas. En 1956 Marruecos consiguió el reconocimiento de su independencia y pasó de sultanato a reino, siendo el titular del mismo Mohamed V. España mantuvo como provincia española, dentro del territorio marroquí, el enclave de Ifni que junto al llamado Sáhara Español, eran claves estratégicas frente al archipiélago Canario.

Entre el otoño de 1957 y la primavera del 58, una presunta guerrilla –más bien, fuerza paramilitar respaldada por su gobierno- marroquí fustigó con sus ataques los puestos militares próximos a la ciudad principal, Sidi-Ifni. Fue una guerra nunca declarada y nunca finalizada. Allí cumplían su servicio militar soldados españoles de reemplazo, entre ellos, mi amigo Antonio. Él estuvo en el puesto avanzado de Tiluin, donde pasó frío, calor, mucha hambre, ingentes penalidades y muchísimo miedo. Me contaba cómo desde su puesto de guardia, con unos prismáticos casi inservibles, divisaba rígidos como estatuas, a los oteadores enemigos de las fuerzas que habían constituido un cerco.

Ante el veto de los Estados Unidos (aliado de Marruecos) para que España utilizara aviones o armas fabricados por ese país, tras la firma de los acuerdos de las bases hispanoamericanas, se hubo de recurrir a los viejos Junkers alemanes de la guerra civil, veinte años después. De ellos se tiraron casi cien paracaidistas, en tanto que desde otro se lanzaban armas y suministros. Estas fuerzas también terminaron cercadas en el poblado. ‘Mira, chiquillo –me decía Antonio- todavía lo recuerdo y se me ponen los vellos de punta. Yo creí que moríamos todos de esa jecha’. Hasta principios de diciembre estuvieron allí, resistiendo de forma increible, hasta que fueron liberados por dos banderas de la Legión y trasladados a Sidi Ifni, donde llegó a haber un contingente de casi 8.000 defensores. La ciudad resultó inexpugnable hasta el verano siguiente en que terminó el asedio.

En su recuerdo, he comenzado esta ya larga batallita hablando de Marilyn. En las Navidades de 1957, Carmen Sevilla también visitó a la tropa, para darle ánimos cantando, bailando y llevando a aquel infierno la sonrisa más bonita de entonces del cine español. Ella fue nuestra primera Marilyn. Marta Sánchez, lo fue 35 años después.

En honor de mi amigo que se ha ido, quería dejar aquí esta página en su homenaje. Solo tenía diez años más que yo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo también me acuerdo de la guerra de Corea, pues te llevo algunos años. Te doy el pésame por la muerte de tu amigo. Me gusta el blog.